martes, 24 de mayo de 2011

el indignado de los indigandos

    Hace tiempo que deje la noble costumbre de escribir a otros "más sabios" que en definitiva pueden ya por razón de tiempo, ya por ganas, o ya porque viven de ello ser todo lo prolíficos y perfectos que yo jamás seré.
    Podría y no digo que no me fuese fácil, sumarme a la ola de los movimientos sociales desde el punto de vista del animador de colegas, pués no creo que este blog tenga repercusión mucho más allá de ese círculo, pero no lo voy a hacer. He dicho que me sería fácil pues quien me conozca sabrá que no me ha resultado nunca dificil llenar un folio de palabras vacias  pero que tienen buena pinta y tufillo a revolucionarias, para así alimentar a posteriorí mi escuchimizado ego dandomelas de lo intelectualoide que soy... ya sabeis mi vanidad gana la batalla muchas veces, y en mi busqueda de intentar ser especial a toda costa he tocado casi todos los palos. Pero como este movimiento social ya ha acaparado a muchos declamadores de salón, voy a situarme en el único punto que mal que me pese se me ha dado medianamente bien en la vida: en el de tocapelotas.
    Esto como todo en la vida es una cuestión de simple desarrollo, cuando la masa se pone a pensar (me incluyo en ella por supuesto), tiende a coger una inercia donde su propia estupidez no esta controlada, y donde las cosas se polarizan de modo que realmente la buena voluntad del movimiento queda desvirtuada por las falsas realidades que se mezclan en sus premisas. Es decir que tan necesario le es a la sociedad que escucha las voces que digan "alcemonos!" como las que digan "espera, piensa en lo que has dicho...".
     Cierto es y lo reconozco antes de que alguien pueda aventurar un certero ataque, que escribo desde la distancia, sin participar ni vincularme al movimiento, y que ciertamente es por pura pereza, por mi insolidaridad, y por mi manifiesta incapacidad para aportar nada positivo, pues si tuviese algo que aportar ¿para que criticar desde aqui y no en una asamblea?. Bien una vez preaceptado el tirón de orejas y admitidas mis verdades... o no(por lo de verdades pues admitir lo admito aún que no fuese cierto), sencillamente diré, pues de listos me he despachado unos cuantos en la vida, que si presumes de ser un escaparate social debes aceptar que te miren desde fuera y por lo tanto puedas ser objeto de cierta crítica. Pues nadie debe excluir los meritos de nadie, ni los del movimiento, ni los mios si es que consigo tenerlos en estos textos.
     Voy a empezar con una pildora general, pues el resto de temás prefiero abordarlos de uno en uno, con los miembros del movimiento, disculpadme muchachos pero no creeis que si hubierais reaccionado hace 15 años esto no habría llegado a estos extremos..., disculpenme los niños de teta que se han encontrado con la marrana ya preñada, pero al resto igual que yo debería preguntarse cuantas veces no ha asistido a una manifestación, a quien voto o no voto, que dijo o que penso... pues las cosas no surgen por generación expontanea muchachos, las cosas surgen por un devenir histórico caballeros en el que todos hemos puesto en mayor o menor medida nuestro granito de arena... Por que no se puede gritar en contra de un sistema que es el resultado de la dejadez en sus funciones de los ciudadanos, que es así por nuestra pasividad de llagas de sofa, y no aceptar nuestra dosis de culpa. Sino empezamos por este punto estamos condenados a repetir los mismos errores, y a lamentarlos tarde y mal...

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